Breve historia de la calefacción

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Historia de la calefacción
Historia de la calefacción

Conoce el origen y la historia de la calefacción

Hoy en día, para calentarnos, solo basta con accionar un simple interruptor para encender la calefacción.

historia de la calefacción

Actualmente, con solo encender un interruptor, se inicia un proceso para ajustar la temperatura al ambiente que necesitamos para tener un ambiente acogedor. Todo esto es un acto que damos por sentado a la hora de calentarnos.

Pero no siempre las cosas han sido tan fáciles. Hasta llegar a este punto, nuestros antepasados han tenido que sobrevivir a períodos hibernales y mediar con los elementos que tenían en ese momento para calmar el frío, ahuyentar a los animales y comer algo caliente.

Radiador

Si tienes curiosidad para saber como la humanidad ha llegado a este punto, te invitamos a realizar un transcurso por la historia de la calefacción y a conocer, como nuestros antepasados han ido trabajando para llegar a los sistemas de calefacción que tenemos a día de hoy.

El fuego

Hace aproximadamente 1 millón de años, el primer método que tenía la humanidad para calentarse era una simple fogata. El fuego permitió a los hombres, no solo a abrigarse del frío, sino también para cocinar, ahuyentar animales, tener una fuente de luz y poder crear nuevas herramientas.

Inicialmente, se realizaban fogatas en el exterior de las cuevas, pero este método fue evolucionando hasta generar un fuego en el interior, con una apertura en el techo para que saliera el humo.

Este invento sigue siendo, con variaciones, hoy en día, una manera más de calentarse.

El fuego

Calefacción por suelo radiante

Aunque parezca increíble, la evolución del fuego para calentar-se evolucionó para generar calor en el suelo de los edificios.

Ondols Coreanos

Hace más de 3.000 años, el pueblo coreano desarrolló un sistema denominado Ondol. El Ondol convertía el suelo en radiante a través de un fuego que ardía en un piso inferior a la vivienda y permitía calentar el suelo de la estancia, era el principio de la historia de la calefacción.

Hipocaustos Romanos

Los romanos desarrollaron un sistema de calefacción subterráneo al que llamaron Hipocausto. El hipocausto fue desarrollado en las termas del imperio romano y en las casas particulares más ricas. Su sistema situaba un horno en el exterior del edificio que quemaba leña. El calor se canalizaba a través de conductos inferiores al suelo de las viviendas para calentar las estancias. El Hipocausto cayó en desuso con la caída del imperio romano, haciendo volver de nuevo a la hoguera con un hueco para que saliera el humo.

Gloria

En la Edad Media, en la antigua Castilla, se inventó un nuevo sistema de climatización parecido al Ondol y al Hipocausto. Este sistema llamado Gloria consistía en quemar paja junto a la entrada de la Gloria del hogar. Esta combustión circulaba por un doble piso entre la vivienda y el suelo.

La chimenea

Alrededor del siglo XII se empezó a reemplazar el fuego a cielo abierto en los hogares para introducirlo en el interior. Se crearon unos conductos en la pared lateral de la vivienda para que pudiera salir el humo. Este sistema se mantuvo como la principal fuente de calor en los hogares hasta el siglo XVII.

La chimenea

La estufa

En el siglo XVII, Benjamin Franklin, evolucionó en la historia de la calefacción perfeccionando el invento de la chimenea y lo convirtió en un dispositivo más fiable. La estufa de leña, tiene un fuego en su interior y la combustión y el calor dependen de la regulación de entrada de aire. Este sistema permitía que el propio humo fuera capaz de calentar la estancia mediante el tubo extractor.

La calefacción eléctrica

En los siglos XVII y XIX, se inventó el radiador por parte de Rusia, el calentador eléctrico por parte de Thomas Edison y la máquina de vapor por James Watt, que dio lugar a la caldera.
Se empezó a utilizar calderas, radiadores y agua a vapor para calentar las casas.

Las calderas servían para calentar fluidos, principalmente de agua, que eran transportados a través de tuberías.
El combustible más empleado en los sistemas de calefacción fue el gasóleo, el fuel oil y el gas natural.

Más tarde se añadió la electricidad como elemento generador de calor.

La calefacción a día de hoy

Actualmente, los sistemas de calefacción domésticos son silenciosos, eficientes y automáticos y emplean diferentes fuentes de combustible como el gasóleo, el gas natural, la electricidad o la madera.
También disponemos de termostatos inteligentes que permiten ahorrar el consumo en nuestras viviendas y ajustar los horarios de los usuarios.